Pasión por la radio
Después de la cadena
Buenos Aires, martes 8 de abril de 2014 - Una vez más, a solo dos meses y una semana y media de estar en el aire en este horario de 1900 a 2100, este programa ha sido “galardonado” con una nueva cadena presidencial de radio y TV.
Yo quiero serles muy sincero y todo lo franco y abierto que ustedes merecen que yo sea.
Cuando uno tiene un compromiso con el oficio y una serie de obligaciones contraídas, este tipo de episodios son de por sí enervantes y enojosos. Pero cuando, además, estamos en presencia de una tomadura de pelo fenomenal, cuando se le descerraja a la Argentina un episodio de ilegalidad flagrante mediante el ardid de inaugurar un supuesto “Encuentro Federal de la palabra” para transmitir por la “cadena” nacional las gracias de un individuo que dice que ser artista rapero de hip hop, así como a otro patético que dice que hacer stand up, y esto se hace sobre las espaldas de los argentinos, confiscando el aire de las emisoras independientes de radio y televisión, el enojo y el fastidio inicial se convierten en algo bastante más explosivo.
El artículo 75 de la ley de medios de comunicación relativo a la cadena nacional de radio y televisión establece que “el Poder Ejecutivo Nacional y los Poderes Ejecutivos provinciales podrán en situaciones graves, excepcionales o de trascendencia institucional”, proceder a este tipo de integración de una cadena de radiodifusión obligatoria para todos los licenciatarios.
Por eso, a los oyentes de Esto que Pasa, a los oyentes de Radio Mitre, a quienes les agradezco con el corazón regocijado por su nueva demostración de lealtad que revelan las mediciones del rating de marzo, que nos ubican largamente en el primer puesto como el programa más escuchado en su segmento horario, les quiero decir que nosotros no podemos hacer nada. Por ahora, lo que hacemos es aguantar.
Acá no ha habido ningún episodio “grave, excepcional o de trascendencia institucional”. Es una mentira abierta a la cara de la gente. La presidente habló dispersamente, como siempre. Inventó a un escritor chileno llamado “Escarméta”, novelista a quien ella nunca leyó, ni sabe quién es, y que en rigor de la verdad es Antonio Skármeta. Anduvo por el lado de la ciencia, de las universidades, de las escuelas, de las nuevas tecnologías. Intentó leer el folleto de presentación... Todo ha sido una verdadera vergüenza, un bochorno nacional.
No quiero pecar de eufemístico. No quiero que ustedes piensen que hago malabares con las palabras, porque si hablo sin vueltas y digo la verdad, estaría afectando la investidura presidencial. La investidura presidencial es deshonrada no por un periodista que dice las cosas de frente y tiene todo para perder y nada para gana, sino por una multimillonaria que solo habla de sí misma, autorreferencial hasta la exasperación; “yo vi”, “yo recuerdo” dice por cadena nacional, y nos cuenta que recuerda viajar en tren. ¿No es una falta de respeto suprema, colosal, monumental? ¿Merecemos realmente esto? No, no lo merecemos. ¿Podemos permitirlo? No nos queda más remedio. Ejercen el poder de la manera que solo ellos saben ejercerlo. No pueden ignorar que están violando la norma por la que ellos mismos se batieron denodadamente. Esa ley de medios dice claramente que las cadenas nacionales, convertidas en el método favorito de seudo comunicación presidencial, solamente pueden emitirse ante situaciones “graves, excepcionales o de trascendencia institucional”, y aquí hemos visto una mujer tocando un charango o un bombo, no recuerdo, un individuo que hacía chistes que ni en un cumpleaños de 15 de ultramuros uno escucha; presentaciones realmente lamentables y penosas por lo tristes, de hombres grandes, como Pepe Soriano, prestándose lamentablemente a la payasada.
Esto es lo que me suscita esta tarde del 8 de abril la cuarta cadena nacional que altera claramente nuestro programa.
Pero la vida es sabia: porque esta tarde, casualmente, sino no lo habría dicho, pero ahora, con orgullo y satisfacción personal- en el nombre de todo el equipo que hace Esto que Pasa, quiero agradecerle a la audiencia porque un tercio de todas las radios de la zona metropolitana a estas horas están sintonizadas en Esto que Pasa por Radio Mitre. Duplicamos en audiencia a la segunda emisora en programación periodística de interés general.
En consecuencia, tras el aumento fenomenal de audiencia que hemos tenido en este horario entre febrero y marzo, estoy muy feliz, pero triste por el país. Estas cadenas nacionales que nos endilgan, nos descerrajan, nos perpetran y nos arrojan desde el poder presidencial, quisiera creer que se parecen al canto del cisne, que son los últimos estertores, las últimas bocanadas de omnipotencia del poder político que más temprano que tarde puedan, de alguna manera, terminar. Es lo que espero. He recibido por internet, correo electrónico y todos los medios, una expresión de repudio, bronca, indignación y tristeza de la gente, que no puede creer que la locura presidencial, la demencia política del kirchnerismo, haya transmitido stand up por cadena nacional. Nunca menos.
Dos años sin Pepe21-11-2016
Un año sin Pepe - El recuerdo de Victoria, Parte II18-11-2015
Un año sin Pepe - El recuerdo de Victoria, Parte I18-11-2015
El recuerdo de Pepe, por Victoria Verlichak21-11-2014
Homenaje a Pepe - Gerardo Tato Young19-11-2014
La música de Pepe en "Esto que pasa"
Los mareados ∼ Enrique Cadícamo y Juan Carlos Cobián
Mercedes Sosa
All for love ∼ Bryan Adams, Mutt Lange y Michael Kamen
Luciano Pavarotti y amigos
Qué me van a hablar de amor ∼ Letra de Homero Expósito. Música de Héctor Stamponi
Voz de Julio Sosa con orquesta de Leopoldo Federico
La notte eterna
Emma Shapplin
Sur ∼ Aníbal Troilo y Homero Manzi
Orquesta de Mario Demarco, voz de Edmundo Rivero
Jeep\\\'s blues
Duke Ellington
A su memoria ∼ Antonio Sureda y Homero Manzi
Carlos Dante, orquesta de Alfredo de Angelis
Canto della terra
Andrea Bocelli y Sarah Brightman
Balada para un loco ∼ Horacio Ferrer y Astor Piazzolla
Roberto Goyeneche, con Piazzolla y su quinteto
The prayer
Charlotte Church & Josh Groban